viernes, 11 de febrero de 2011

Capitulo 7: Espíritu del Tambucho. La Batería de La Fortaleza y El Castillo del General Fajardo



Quedada en el Tambucho a la misma hora. Saludo a Alfonso - Al Capone, por que un dia se presento ante unos amigos con unas gafas y le dijeron que parecía un mafioso - Tomamos rumbo idéntico al día anterior, solo que en esta ocasión, por senda para evitar los peligros del asfalto y tragar monóxido de carbono. Así que cruzammos un puente que desconocía, ni tampoco sabía a donde llevaba, como tantas cosas.  Emprendemos la subida por el monte. Objetivos: Batería La Fortaleza, que da nombre a la Ruta, y al Castillo del General Fajardo, ambos refugio republicano durante la Guerra Cantonal y la Civil. Me fundo hacia la mitad de la subida y es que como me dice Al, "más valen pasos cortos y constantes que cuatro zancadas y quedarse clavado". Nos oxigenamos llaneando y tras una bajada otra cuestecita. Miramos el Faro de Navidad "Ese es el faro donde estuvimos ayer" y al rato Alfonso me indica una especie de entrada a alguna parte en la zona baja del monte bajo la Batería, al que denomina ratonera por donde se accede al Fuerte. Ahora ha quedado bastante tocado pero en su día fue de lo mejor en fortalezas de refugio y miramos por allí, por dentro por fuera de la Fortaleza; ahora el mar, los acantilados, el muro que la rodea el empedrado del terreno...y como no, el esfuerzo. Rodeamos y seguimos ruta, alguien sube por la senda de abajo, saludamos, ascendemos al Castillo del General Fajardo sobre el cual sugiere Alfonso que se podría aprovechar para Centro de Interpretación, o bien albergue. Vayámonos concienciando todos sobre el tema de protección del medioambiente, no solo para la Ruta; tirar los escombros al monte puede suponen un grave peligro de incendio, asi que seamos mas ECO que nunca  - dentro y fuera - para que eso no ocurra, protegerlo, utilizar unas bolsas para echar escombros y tirarlos a la basura cuando se pueda, en unos contenedores a lo largo del recorrido de las Fortalezas. Pasamos ya el Castillo Fajardo y continuamos por la senda hacia arriba muy poco, pero sobre todo para abajo ya.
"La alimentación es muy importante. Cenar poco la noche anterior y hacer el sacrificio de levantarse muy temprano para desayunar bien y tener la energía para por lo menos los primeros 20 kilometros, que no porque vaya a ver avituallamiento de comida y bebida se pueda prescindir de un buen desayuno. Procurar comer cosas con un índice glucémico bajo y lacteos. Té y unas rodajas de pan integral con miel y aceite de oliva, por ejemplo. ¿Lo has probado? (la verdad es que no) y otro con pechuga de pavo. Y las salsas buenas para el corredor, si prefieres, el tomate y la mostaza, con moderación, claro. Porque con las mayonesas y todo eso te puede dar un lactato". Ya vamos de bajada hacia el asfalto.
En Navantia pedimos permiso para entrar a la fuente seguimos por aquella senda. Al Capone me recuerda los kilómetros que llevamos "Te has metido 15 kilómetros entre pecho y espalda así, como quien no quiere la cosa", y nos reimos con lo que llevamos. Ya para casa pues, sintiéndonos privilegiados de disfrutar todos esos parajes y atravesarlos bien sea corriendo o andando. Hay que hacer cosas y Al se sube por la Alameda como ayer quedando ya para el martes cuando también se unirá Juande y los que puedan, ahora no lo sé seguro, pero allí estaremos para tragar millas  recorrer tramos de Ruta, entrenar felices y disfrutar con los amigos.

2 comentarios:

  1. Hola Bárbara:
    Buen blog y mejores entradas con todo lujo de detalles.

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  2. Trapatroles yo sigo los tuyos, son fantásticos!
    Un abrazo de Boomer

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