(Vistas desde el Monte Roldán, por donde subimos. Foto de Juan de Dios Jiménez)
La Media por montaña de Calasparra está a la vuelta de la esquina y hay que entrenar monte, técnico-vertical para poner las pulsaciones a tope. Aprovechando la tirada larga de viernes, quedamos en el Tambucho a la hora habitual para hacer por lo menos tres horitas. Juande propone el Mirador, el Roldán pero ya veremos una vez allí por dónde subimos. No aparece nadie más de los Amigos así que nos ponemos en marcha.
Por el camino hablamos de las ventajas de pertenecer a un club, de que te salga mas barata la licencia si haces un mínimo de carreras, bien federado para cross o para montaña; sobre la posibilidad de acoplarte a gente para hacer posible la presencia de miembros del club en uno u otro campeonato, bien sea en bus o ayudando con la gasofa a quien te lleva, así entre todos los que van. En definitiva, hay que hacer piña y que los corredores tengan facilidades para poder representar a su club, llenarlo de compis y colmarlo de trofeos. También, como estamos en capilla para las elecciones, pues de si vas a votar o no, lo que toca. Ideologías políticas aparte, que se ponga la pasión por un estilo de vida de vivir con lo puesto: " En tienda de campaña, en medio del monte y ofrecer agua a los montañeros que pasen por allí", propone Juande: "Sin teléfono ni internet ...gastos tontos, cero y bajar al pueblo para únicamente lo imprescindible, y de uvas a peras". ¡Me encanta!
Bebemos agüita y nos refrescamos en la fuente de la explanada de Tentegorra. Sin entretenerse mucho seguimos la marcha monte adentro. Pensaba que ibamos a subir al Mirador y Juande sorprende con un nuevo camino de subida al Roldán por el Cortafuegos, más vertical y técnico cien por cien. Juande anima a que trote todo lo que pueda, y donde pueda pero donde hay que andar...pues eso, aunque un poco de velocidad no está mal porque acaba pareciendo senderismo. Al final donde está una miaja más llanito troto un poco y una vez arriba él propone subir al cuartel a ver las vistas desde las rocas. El gran esfuerzo se compensa con este paraje tan espectacular.
He hablado con una amiga cuyo hijo se dedica a hacer fotos de paisajes cartageneros y me comentó que tenía de aquella zona. Así que, cuando consiga dar con su página y su permiso para compartirlas desde este blog las disfrutaremos todos. O eso o...¡me hago con una cámara de una puñetera vez!
Me parece que hemos tardado unos 35 minutos en subir...ahora hay que bajar, claro. Y como no podía ser de otra manera optamos por una bajada técnica - Juande, que la conoce - y bajamos por la Ruta del Jabalí.
Una bajada de estas características no se puede hacer con unas zapas de asfalto porque pesan poco y te "rulas". Pero no menos importante es la pisada. Como ejemplo, como me comenta mi padrino del trail, está el de un quincuagenario que vive en una cueva y se apunta a las carreras. Lo que mejor se conoce es la Sierra de María que la patea a diario y tiene una pisada muy buena. Es fundamental saber pisar para que cunda la carrera o el entreno y aunque siempre lleva las mismas zapatillas un poco hechas polvo son las que mejor le van. Sabiendo pisar...La bajada mejor de lado, pie recto. Se pierde mucho tiempo sino se baja bien, hay que picar más técnico como esta ruta y más a menudo. Algún dia con zapatillas de trail y como las cabras lograré bajar como el Padrino o el Cervatillo, o cualquiera de los compis del Tambucho, que suben hablando bajan y suben para recoger y todavía les queda tirón. "Respira. Escucha, con el silencio se oyen los pajarillos". Desde luego, hay que respirar y disfrutar del entorno de los aromas de pino, las vistas, porque va uno tan enfrascado y concentrado en el terreno que todo eso se pierde, pero como no vamos compitiendo pues se puede parar unos segunditos. Se debe parar un poquito.
Llegamos al "cruce" que enlaza con la Senda del Oso. Si siguiéramos en dirección contraria por la misma, desembocaría en la Cala de los Fatales, donde en más de una ocasión se ha aprovechado el entrenamiento en los meses de calor para bañarse. ¿Quién no firma? Pero vamos en la otra dirección, al Mirador, aunque ya bajaremos, ya.
(Foto que no he colgado todavía, tomada en el Mirador del Roldán)
Refresco en explanada de nuevo, a lo montañero y bajamos por senda verde la cuesta de Tentegorra, justo por donde subimos. Ya van casi tres horas, bajada estirando hacia el Tambucho y manteniendo el ritmo todo lo posible. A la altura del EROSKI tengo que caminar un poco y Juande me anima a trotar hasta el cruce de la Alameda desde poco antes de la rotonda de unión con el centro y la urba Mediterráneo junto al colegio San Vicente de Paul. "Venga, va hasta el kiosko de Pepetoni trote más suave, ¿puedes?" Hecho. "A ver si Pepetoni sabe de alguien que vaya a Calasparra", pero no hay suerte. Saludo a Pepetoni y a Conchi, mujer de Juande y tras unos estiramientos saludo montañero y hasta la próxima que tengo que ir a por mis niños y tomarnos el aperitivo.
¿que tal en Calasparra? Nosotros en Guardamar de fábula.
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