Martes, 18 de enero de 2011, 9 de la mañana como no, después de dejar a los nenes en el cole, me reúno por segunda vez con los amigos del Tambucho. Esta vez tuve el gusto de conocer a 3 más de ellos: El Cervatillo, Antonio, Pepe Paredes...y también estuvo Alfonso, quien me los presenta. "Esta vez nos dirigimos a Cala Cortina, ¿ qué te parece?" Pues fenomenal, pero esta vez tengo menos tiempo debido al trabajo. Lo importante es hacer ALGO, aunque sea una horita, eso que te llevas. Pues enseguida emprendemos la marcha, me dejan en cabeza, pero todos en pelotón. En realidad ruedan a un ritmo un poco más fuerte que el mio, pero se acoplan muy bien: "No tengas vergüenza en decidnos si quieres que aminoremos el paso" "Hombre, viene bien para el tema de la velocidad así que voy a apretar yo un poco- ¿apreta, apreta...je je- ". Me recuerdan que no se trata de quemarte. Bajamos por Ronda de la Union, cruzamos Alfonso XIII, Capitanes Ripoll, bajamos hacia el Puerto por el sendero bici de la Universidad, tirando por senda verde, siempre buscando la senda por donde sea posible. Seguimos por Santa Lucía, pasamos la rotonda de la gasolinera, hacia La Cortina. son las 9.25 o así, llama Juande para asegurarse de que nos hemos reunido, pero yo tengo que dar media vuelta mientras ellos siguen hacia la playa para subir al monte donde está la antena,( me parece que es el San Julián). Cada uno domina una especialidad, fondo en asfalto o montaña, velocidad...En el capítulo anterior me parece que no incluí las recomendaciones recibidas sobre la equipación por parte de mis amigos del Tambucho, asi como por Juanjo Almirón, capitán de montaña del Maraton Cartagena a la hora de "picar montaña": fundamental es calzar unas zapatillas específicas para trail y con la suela adecuada que se pueden conseguir en una tienda de deportes en el polígono, y todos sabemos cual es. Dependiendo del trayecto, bidón, con agua o bebida energética,riñonera, snacks, ...una bandana para secarse el sudor al llegar. Controlar el ritmo del corazon y la fatiga. Me aseguran que mientras puedas mantener una conversación corriendo entonces todo va bien, porque no hay sufrimiento. Además favorece a la capacidad cardiovascular.
Emprendo la marcha de vuelta pensando en el próximo entrenamiento y alegrándome de haber conocido a estos nuevos amigos, de que los viernes si podré trotar por el monte, como las cabras, liberando la mente y de nuevo en buena compañía. Esprinto por la calle Real hacia Alfonso XIII para volver a la vida real y con la mente fija en preparar los crosses y su velocidad y las Fortalezas.
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